9 de mayo de 2008

Ensoñación

La lectora ha levantado los ojos del libro y dirige su mirada... a quién, en qué dirección, con qué propósito. Aunque observe las mesas del café o el paso de los transeúntes, en realidad mira dentro de sí. En las palabras de ese libro ha encontrado una senda que la conduce hacia su intimidad. Piensa en lo leído, pero piensa sobre todo en lo vivido y en lo que le gustaría vivir. Así leemos. Con los ojos puestos en las letras pero sondeando a cada instante nuestra memoria y nuestra imaginación. Leamos lo que leamos, siempre estamos leyendo nuestra vida.


[El cuadro de André Derain se titula La tasse de thé]

2 comentarios:

sfer dijo...

¿Es posible que tenga el honor de dejar el primer comentario en lo que, con solo un puñado de entradas, se ha convertido ya en uno de mis remansos de paz y lectura preferidos de esta red que tejemos, ante todo, personas?

Qué alegría, Juan! Espero que esta nueva experiencia no te depare más que sensaciones positivas, para que no te canses ni te desencantes nunca y nosotros, egoístas lectores, que solo queremos exprimiros un poquito más para complacernos, podamos disfrutar de ti durante mucho tiempo.

Un abrazo :-)

Juan Mata dijo...

¡Qué sorpresa leer un primer comentario! Y más aún si viene de ti, Sfer. Es la mejor inauguración. Pero nada es azaroso. He querido que fueses una de las primeras personas que supieran de este alumbramiento. Gracias por tus palabras de estímulo y tu gentileza. No es necesario que te recuerde cuánto aprecio tus opiniones. Espero no defraudar.

Un abrazo.