27 de junio de 2008

Contraseñas poéticas


Sigamos hablando de poesía.

En el CEIP Miguel Servet de Fraga, Huesca, sucede algo sorprendente. Un maestro de 6º de Primaria, Mariano Coronas, bien conocido por quienes se preocupan y se ocupan de las bibliotecas escolares, ha ideado un recurso pedagógico que, además de establecer complicidades y sonrisas con los alumnos, hace presente la poesía en la vida cotidiana del grupo. Cada día, Mariano Coronas, copia en la pizarra un pequeño poema o unos versos, también a veces las primeras palabras de un relato, que los alumnos deben memorizar, pues esos versos son la contraseña que les servirá para entrar en el aula al día siguiente. Las sucesivas contraseñas van siendo anotadas escrupulosamente en el
Cuaderno de contraseñas que reciben al comenzar el curso escolar.

He aquí algunas de ellas:


La tarde está tendida
a lo largo del río,
y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.

(Federico García Lorca)

Entre un álamo y un pino
mi hamaca se balancea.
Hojitas de verde plata
bailan sobre mi cabeza.

(Ángela Figuera)

A los árboles altos
los lleva el viento
y a los enamorados
el pensamiento.

(Popular)

Admira la cantidad de versos que, al cabo de un año, puede aprender cualquiera de esos alumnos. Y aunque pasadas algunas semanas los puedan olvidar, lo fundamental está conseguido: la poesía queda incorporada al lenguaje diario. Pero más aún que la familiaridad con la poesía, lo sobresaliente es el hecho de que unos versos se instauren como saludo matutino, que sirvan para inaugurar las tareas escolares, que actúen como mediadores entre el profesor y los alumnos. Y hay aún otra virtud: esos versos son utilizados por los alumnos para crear sus propios poemas. Combinados libremente, inspiran juegos poéticos personales e imaginativos. La poesía se presenta así como una forma de relación, de alborozo colectivo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un saludo Juan. Un saludo agradecido por reseñar esa actividad diaria que hemos mantenido hasta el último día del curso.
La última contraseña poética que aprendieron los chicos y chicas de clase el día 19 de junio y que recitaron el día 20 era de Mario Benedetti:

"Cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el camino huele a primavera
y porque en ese tallo, en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta".

Una buena manera de despedirnos de cara a las largas y necesarias vacaciones de verano.

Y, ahora para despedirme de ti, lo haré también con una "contraseña":

"Es muy grato para mí,
cuando me acerco a Granada,
saber que me encontraré
con Andrea y con Juan Mata".

Un fuerte abrazo, "Discreto y sabio lector" y gracias.

Mariano Coronas

Juan Mata dijo...

Sabes, Mariano, que el elogio va más allá de la amistad. Es un reconocimiento público de tu trabajo.

Mariano rima con hermano y mano, palabras con las que puede formarse un poema de camaradería y memoria común.

Un abrazo desde la hospitalaria Granada.

Mari Carmen Díez dijo...

Estoy leyéndome tus escritos uno por uno (y con repeticiones en los que más me llegan) Quiero agradecértelos. este de las contraseñas y el de la niña que empezaba a escribir y el de Juul y..Compartir amores y palabrerías, compartir poesías y admiraciones, compartir ratos y retos contigo, aunque de lejos... Es tan agradable!
Soy nueva en esto del iPad, pero me está gustando estrenarlo para leerte en la cama y para escribirte como el que manda un mensaje en una botella.
Un beso para tí y otro para Andrea
Mari Carmen Díez