30 de marzo de 2009

Cien

La cifra 100 sigue ejerciendo sobre los seres humanos una atracción especial. Es rotunda, fronteriza, concluyente. Imagino que no faltarán ensayos que hayan dado una explicación simbólica o cabalística o antropológica o psicoanalítica a esa fascinación, pero los desconozco. Lo indudable es que es una cifra que invita a la pausa, a la meditación. No seré yo quien se resista a ese encanto.

El caso es que con ésta son cien las entradas del blog. Haber conseguido llegar hasta aquí es ya un mérito. No desfallecer es un logro en sí mismo. Significa que esta actividad me importa, me gratifica. No obstante, sería muy injusto destacar la constancia como el mayor merecimiento. Ha habido tantas satisfacciones, tantas sorpresas, en esta corta trayectoria que hoy quiero dedicar la entrada a comentar algunas verificaciones y algunos beneficios.

Cosas que he comprobado en estos meses:

. He comprobado que escribir un blog es una actividad exigente, fatigosa, adictiva.
. He comprobado que hay lectores leales y discretos en muchos países, a los cuales, probablemente, nunca conoceré, pero cuya sombra me hace feliz. A todos ellos me gustaría agradecerles hoy su presencia.
. He comprobado que no es fácil desprenderse de los hábitos de escritura y que a veces redacto entradas más largas y densas de lo que, según los expertos, debería hacerse en un blog.
. He comprobado que, más allá de las diferencias geográficas o sociales, hay un lenguaje común y transfronterizo con el que muchos ciudadanos del mundo pueden identificarse y comunicarse.
. He comprobado que el pudor no es un sentimiento muy apto para moverse con agilidad por este mundo.
. He comprobado que inesperadamente podemos despertar en los demás evocaciones, esperanzas, pensamientos.
. He comprobado que es peliagudo promover una respuesta de los lectores, tal vez porque no sea necesaria, tal vez porque el silencio es otra forma de dialogar.

¿Y para qué me ha servido?

. Para sacar fuera de las aulas y de los ensayos académicos mis razonamientos y mis emociones sobre la lectura.
. Para iniciar y sostener una pausada conversación sobre libros y sobre la vida con interlocutores nunca imaginados.
. Para recuperar el gusto por la escritura regular y pública.
. Para confirmar que la lectura sigue siendo un modo grato de establecer relaciones epistolares.
. Para establecer contacto con personas anónimas, inteligentes, sensibles.
. Para recuperar la palabra de una antigua amiga.
. Para leer blogs originales y magníficos.
. Para conocer libros y cómics de los que no tenía noticia.
. Para descubrir afinidades vivenciales y sentimentales con muchas personas.
. Para afinar mi percepción de los lectores.
. Para reafirmar algunas ideas y desarrollar muchas otras.
. Para evitar los narcisismos, las fatuidades, las grandilocuencias y demás ridículas enfermedades del ego.
. Para ratificar el valor cívico del diálogo sereno, cortés y cordial.
. Para cargar con un nuevo compromiso e incorporar una nueva preocupación.

Debería decir entonces que mis expectativas iniciales han sido sobrepasadas por la experiencia, que creo haber recibido más de lo que he dado, que escuchar el eco lejano que las propias palabras provocan es una forma íntima de felicidad.

14 comentarios:

lammermoor dijo...

¡Felicidades! por haber llegado a la entrada numero cien. Por haber mantenido la constancia. Por haber despertado en mí, recuerdo, ideas y aquiescencias.
La falta de respuesta a veces es una forma de asentimiento; en otras, timidez por parte del lector, que debe vencer.
Comparto contigo el "problemilla" de la extensión de las entradas. Cuando hablas, o escribes, sobre un tema que te apasiona es dificil ser breve.
De nuevo, felicidades. ¿Te animas a llegar a "MIL"?

Maite P. dijo...

Pues yo también aprovecho para salir a la palestra, felicitar por las cien entradas y animar a seguir.

Lunatrix dijo...

Feliz 100 ... y que haya muchas más!! :o)

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Felicidades y un abrazo,

Diego

Borgleone dijo...

En realidad cualquier cifra redonda...por ejemplo: ¿porque no quedamos a tomar café a las 17:13? Me parece una hora tan buena como las 17:10 o las 17:15.

Ufff, no le cojo el punto a la medicación.

saludos mediterraneos

Borgleone dijo...

Por cierto...felicidades

Clareta dijo...

Felicidades y gracias.

Juan Mata dijo...

Gracias, estimada Lammermoor, por tus palabras y por tu envite de alcanzar las mil entradas. Tu confianza me estimula.

Gracias, Maite, por salir a la palestra y ofrecer los ánimos que toda persona necesita para proseguir el camino emprendido.

Gracias, Lunatrix, por tu felicitación y tu emocionada y emocionante mirada hacia las mujeres senegalesas.

Gracias, Diego, por tu recuerdo y tu musical y castellano abrazo.

Gracias, Borgleone, por recordarnos que lo asimétrico y lo desequilibrado también es hermoso y por tu sentido del humor.

Gracias, Clareta, por tu sencillo sentido de la gratitud.

estrella polar dijo...

Me quedo con la última palabra de la entrada: FELICIDAD. Soy una adicta reciente, y para mi, descubrir el blog y atreverme a escribir ha significado una oportunidad de diálogo sobre lo que me apasiona, que me ayuda a sentirme bien, a ser como me imagino -la ficción nos construye-. Gracias por los 100 y vamos a por los 1000...fuertes abrazos luminosos y estelares.

Juan Mata dijo...

Gracias, Estrella Polar, por acoger la felicidad que transmito al escribir y por la atención constante a las palabras de un desconocido. ¿Mil? El tiempo dirá.

sfer dijo...

Ojalá sigas encontrando razones para continuar con la vida cibernética... así todos podremos seguir disfrutando y aprendiendo contigo :-)

Juan Mata dijo...

Gracias, Sfer, por tus palabras. Sabes cuánto las estimo. Y sabes además que este blog debe mucho al tuyo y también a tu generosa amistad.

Anónimo dijo...

Gracias por compartir tus inquietudes,tus ideas ,tus lecturas,para que sigas deleitandonos con tu blog durante mucho tiempo,gracias y felicidades

Juan Mata dijo...

Gracias, anónima lectora, anónimo lector, por una felicitación que, en verdad, tomo como una confirmación de que compartir es una forma de felicidad.